lunes, 26 de octubre de 2015

Salvar al hombre con un "click"




En su poema “Los justos”, Borges venía a decir que aquellos que esperan que el otro tenga razón están, sin saberlo, salvando el mundo. Si esto es así -y a Borges suelo créele a pie juntillas-, yo estoy en esa tarea de salvar a la humanidad porque quiero creer que quienes manejan el entramado de estas plataformas mediáticas como change.org, tienen razón, y que haciendo un simple “click” sobre una petición justa, puede obrarse el milagro de evitar una lapidación, una doble comisión bancaria, o que a Ali al-Nimr, un muchacho que tenía diecisiete años cuando le detuvieron por participar en una manifestación de protesta contra el gobierno de Arabia Saudí, le decapiten y después exhiban, como un trofeo, su joven cuerpo inerte y mutilado.

Que no quede por mover el dedo índice, ése que acusa, que aprieta gatillos, también tiene que servir para salvar al hombre presionando sobre el ratón o la pantalla hasta conseguir un “click” con el que nuestra conciencia se tome un respiro, al menos hasta la siguiente petición.

viernes, 4 de septiembre de 2015

La playa




Si estuviera sobre una cama de sábanas deshechas todos pensaríamos que está profundamente dormido, pero es agua y es arena la que cubre su cara de niño muerto. Ese abandono de su cuerpo no es fruto del sueño sino del agua que sembró de sal marina sus pulmones. En el vaivén mínimo del mar se repite la historia de espanto que siempre acompaña al hombre. No aprendemos. Las olas sin fuerza mecen una cuna de agua, el son de mar es una nana que suena a réquiem. Todo inútil ante esta tragedia repetida. El agua viene y va mojando su piel blanca y fría;  no sabe que la infancia es ese jardín secreto donde la muerte no debería jugar al escondite.  

El niño muerto nos deja con la boca llena de arena, de agua salada y de vergüenza. Nos señala a todos: a ti, a ti, a mí… A todos.

martes, 2 de junio de 2015

Simetrías razonables



Decía Guillermo Cabrera Infante que el mar es otro tiempo, el tiempo visible, otro reloj.  Esta metáfora tremenda viene muy al caso, primero, porque estas líneas van de las distintas hechuras que gasta el tiempo para saltar adelante y atrás en su corriente imparable; y segundo, porque escribo estas líneas un día de lluvia, a orillas del mar, muy lejos del monte que es el ramaje propio de mis escritos; y en tales circunstancias – el cielo por fin gris, las olas batiendo incansable, tenazmente-  es inevitable que el poeta adolescente que alguna vez fuimos nos asalte a punta de navaja para exigir su parte alícuota del pastel. Habrá, pues, que dejarle hacer.

martes, 5 de mayo de 2015

Líneas sombras



   
Liliana Muente
   
Qué nombre he de ponerle a ese fantasma
    nacido de mí misma. Cuenco estrecho
    que me hace creer espejo, el espejismo.
    Nudo del corazón siempre deshecho,
    que en cada contrapunto se entusiasma
    y olvida aquel ritual del exorcismo.
    Altar del erotismo:
    filosa dentellada
    de tu verdad negada.
    Condensas en tu máscara sombría,
    tu digna inclinación a la herejía
    de abandonar mi boca tan sedienta,
    en tiempos de sequía.
    Estoy dando razón a la tormenta.

jueves, 16 de abril de 2015

Encierro




"Encierro" - Liliana Muente.

Hay horizontes hechos de ladrillo, puertas que se abren para nada. Existen habitaciones cerradas con vocación de universo y leopardos que saltan para arañar los muros con sus garras de estopa. Los encierros están llenos de lejanías miradas con lentes de aumento, imposibles que quedan tan a la mano.

viernes, 10 de abril de 2015

Estática



Estática- Liliana Muente
Estática. Quién sabe. Dentro ruge 
un coro de leopardos impacientes.
¿Qué mano perspicaz que desdibuje
 
mis trazos más visibles y aparentes?
La llave que me vuelve carne y hueso
la llevas apretada entre los dientes
 
y no sabes. La furia de mi beso
ni sospechas. Mi voz nació tan muda,
tan frías estas lágrimas de yeso...
 
(Estática. Quién sabe). Tan desnuda.
 Poema: Sandra Catalano 

miércoles, 8 de abril de 2015

Blanco sobre negro



Blanco sobre negro (Liliana Muente)

 Blanco sobre negro. Eje de carne joven y tensa, perforando de seducción las tablas del mundo. Gira para volar gasas blancas, nubes de sueño albo sobre la noche en escena; en su movimiento se esconde una niebla acendrada por la fuerza centrífuga de la música, que no se oye, pero que está ahí, brotando manantial de la punta de sus pies.

martes, 7 de abril de 2015

Shah Mat (Jaque mate)




En el año 333 a.c. el ejército macedonio de Alejandro Magno se enfrentó a las tropas persas de Darío III Codomano, muy superior en número de combatientes, en Issos (Siria) derrotándolas gracias a un extraordinario ejercicio de estrategia militar sobre el imaginario damero a orillas del río Pinaro, en el golfo de Issos



Doy un paso. Fin del movimiento en un escaque negro. Silencio, ahora les toca a ellos. Oigo el tropel de uno de sus alfiles correr una diagonal negra y la caída leve de un peón. Los peones están para morir, infantería suicida y atada de pies, como yo: solo un paso posible para las víctimas más fáciles y para la más codiciada.

martes, 31 de marzo de 2015

Adioses antes de tiempo



Dime, tú que sabes de esto, por qué me estoy muriendo de deseo en vacío, de adioses antes de tiempo. Dime tú, cómo hago para que no caiga la gota que colme el vaso, si la veo venir con una certeza de disparo a bocajarro.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Dos gatos



 Gatos Hemingway (Liliana Muente)
Para Liliana Muente, con cariño y agradecimiento por sus fotografías y su amistad.

De ti no tengo más que una conversación telefónica  y un par de fotografías con sonrisa en Buenos Aires. Recuerdo tu voz vestida de caverna, que vino a mí desde el otro lado del mar, ave migratoria, para anidar en mi memoria. Era una voz de cobijo, de elogio, forjada a golpe de tabaco y yunque de ron – el tabaco da voces de invierno que abrigan como una bufanda al cuello -. Todo esto, sin saber siquiera si fumas o tienes en la grapa un confidente. El caso es el mismo. Desde entonces, el gato de tu voz ronronea ronco de vez en cuando sin que nadie más que yo lo oiga.

martes, 24 de marzo de 2015

Noches muertas



 
Por la ventana amarga se cuela el viento
trae noticias de la noche y del hielo
canciones de piratas sepultados 
y voces infantiles con aliento a ron.

lunes, 23 de marzo de 2015

Chonopi, un cuento al revés.



Primero fue un hormigueo, como un rumor que naciera bajo la piel para llenarle los dedos de gorgojos; después, una sensación de abandono en las manos y en los pies, entumecidos por un frío que el resto de su cuerpo no sentía, parecía que se hubieran vuelto de madera mojada.  Los médicos coincidieron en el diagnóstico: esclerosis múltiple;  sin embargo, él sabía – sentía- que se trataba de otra cosa.

Fátima (12 de julio de 1995)



A Fátima Huseignagic le cabe su vida en la bolsa de plástico que siempre lleva encima. Por su mirada  corren las aguas termales que manan de las montañas de Srebenica y que ahora se pierden sin provecho en la corriente mansa del río Drina. La mirada de Fátima es ahora eso, una corriente que se pierde, un curso de imágenes que pasan y se van. Sus ojos oscuros resumen toda la negrura de una guerra que vistió de espanto las montañas de su ciudad y que paró su reloj a las 11.30 a.m. de la mañana del 12 de julio de 1.995, cuando un machete serbio abrió un canal de sangre en la garganta de su hermano. A Fátima le vencieron las fronteras y los catecismos, los odios larvados por el tiempo. Ahora camina por las calles de Porriño, en Pontevedra, con una bolsa de plástico blanca en la mano.